En numerosas ocasionas los padres se preguntan ¿por qué mi hijo/a va tan mal en el colegio?, ¿cómo puede ser que después de estudiar tantas horas suspenda casi todos los exámenes?. Son innumerables las ocasiones en las que nos encontramos con niños/as que van mal en el colegio y pensamos que son vagos o malos estudiantes.
En muchos de estos casos nos encontramos con estudiantes que tienen un bajo rendimiento visual.
Un buen rendimiento visual implica que además de una buena agudeza visual (buena vista) podamos mover los ojos correctamente, enfocar fácilmente y tengamos una buena visión binocular. Además de todo esto hay que procesar e interpretar la información que nos llega a través de nuestro sistema visual. En este procesamiento están involucradas habilidades como la memoria visual, discriminación visual, constancia de formas, figura-fondo, coordinación ojo-mano, cerramiento visual…
Cualquier alteración en alguna de estas habilidades conllevará a un bajo rendimiento visual, pudiendo dificultar tareas como la lectura, escritura, comprensión lectora, copiar de un sitio a otro… Y, en general, tendrá que hacer una mayor esfuerzo en tareas en cerca.
Además, puede dificultar al niño/a a la hora de realizar actividades deportivas, las cuales son importantes para el desarrollo motor y para favorecer las relaciones sociales con otros niños.
A través de la terapia visual mejoraremos cualquiera que sea la habilidad que no esté bien desarrollada y la integraremos con todas las demás para que trabajen de manera eficaz y coordinada y así conseguir un alto rendimiento visual, aumentando, a su vez, el potencial del niño/a.